lunes, 22 de abril de 2024

Coco, Criminal de Guerra: Lo que The New Look no nos contó de Chanel

 


A pesar de que The New Look intente colocarla en el sitial de víctima, hemos visto que Coco Chanel era una sobreviviente nata . Lo demostró durante la guerra, pero su astucia la ayudó a evadir la justicia que castigaba a los colaboradores de los nazis, a recuperar su fortuna e incluso a volver a ser la reina de la costura mundial. Vamos a ver como lo consiguió.

Una Colabo Horizontal

El fin de la ocupación alemana de Paris colocaba a muchas mujeres en peligro, solo por haber sido amantes de alemanes. ¿Por qué Coco Chanel sería una excepción?  Muchos habían visto a la modista muy amartelada con su Boche en Maxim’s y en la ópera. Su amiga Arletty,  culpable del mismo crimen,  fue condenada a prisión. Nunca raparon a Arletty,  si quieren pueden leer su historia que he contado en otro lado.

                             Arletty pide ayuda a Chanel

Tal como muestra The New Look,  Chanel fue arrestada e interrogada por Fifís. Anne Sebbas cuenta que Chanel se mostró altanera con sus captores, se indignó que tutearan a su portero, negó todos los cargos y exigió que solicitaran referencias de su buena conducta a su “amigo Winston Churchill”.

                        Chanel  es interrogada                                                                                                                     

Parece que Winston si mandó tales referencias porque Chanel salió libre. Desde hace una década que los biógrafos de la couturier han buscado razones para explicar el que el Primer Ministro interviniera a favor de ella. La respuesta es simple y no tiene nada que ver con viejas amistades. A Churchill y a los ingleses no les convenia que Coco se fuese de boca y públicamente recitase una lista de los ingleses que conocía con simpatías nazis y en altos cargos (comenzando por los Duques de Windsor).

                                   Chanel  y Winston Churchill

Por esa misma razón,  el General De Gaulle también intervino para que no hubiera cargos en contra de Coco Chanel. Estaba harto de que se publicitase que todas las grandes personalidades francesas habían colaborado de alguna manera con el invasor. Fue en este entonces que Chanel accedió a dar una entrevista al (hoy famoso) periodista Malcolm Muggeridge. Es cierto que Muggeridge era agente encubierto del MI6 , pero todo el cuento del suicidio del agente doble, amigo de universidad de André, es falso.

La entrevista que nunca se publicó fue hallada entre los papeles de Muggeridge a su muerte en 1982,  y es clave para definir la postura política de la modista y sus actividades durante La Ocupación. Con gran candor y soberbia,  Coco habla de su desprecio por la causa aliada . Solo Churchill sale limpio de sus exabruptos (claro, si la acababa de rescatar). 

Se refiere a la Resistencia como “rufianes” y “enanos”. Del General De Gaulle dice “demasiado alto para ser enano”.  Alude a su anticomunismo como una de las razones para despreciar la causa aliada. Sobre el patriotismo,  dice que es “el último refugio del canalla”.

                       Malcolm Muggeridge conoce a Chanel

Lo importante es que Chanel confiesa su relación con los nazis solo que explicando que si se acercó a ellos fue para salvar a Andre (al que llama “mi hijo”). Insiste que lo de Spatz fue estrictamente romántico y tiene el descaro de decir que su acercamiento a los nazis fue para evitar   que la vinculasen a sus socios Wertheimer,  que eran abiertamente gaullistas.

Incluso habla de sus viajes a Berlín,  de su asociación con Schellenberg y admite el viaje a Madrid, pero solo como un subterfugio para poder huir de la Francia Ocupada. No se sabe que es más increíble al leer sus declaraciones, si su cinismo o estupidez de pensar que alguien va a creer que su colaboración con el enemigo nació de motivos puros.

Aunque no se publicó la entrevista, su contenido si se “likeó”.  Ya era secreto a voces que Chanel era más que una çolabo horizontal:. La diseñadora entendió que su estadía en París era peligrosa. Hasta el Duque de Westminster, su ex amante, le escribió urgiéndola a salir de Francia. La modista hizo las maletas y huyó a Suiza.

                Amantes de los alemanes son rapadas, Chanel no quería ese destino para ella.

Fugitiva en Suiza

Ni André ni sus hijas la acompañaron, pero allá la esperaba Spatz quien había cruzado la frontera. The New Look miente al hacernos ver una Chanel humillada hasta por camareros de hotel, necesitada de dinero, asaltada por el chofer. La diseñadora salió de Francia con los bolsillos llenos. Spatz le trajo dinero que ella le había dado a guardar y Chanel tenía cuentas en bancos de Zúrich. De esa manera logró reabrir su negocio en Suiza sin problemas.

                                   Spatz y Chanel en Suiza, 1946

Ni Los Wertheimer fueron a Suiza a entrevistarse con ella el ’45, ni lo hizo su abogado. Los judíos estaban ocupados recuperando sus perfumerías en Francia y Rene de Chambrun es otro caso interesante en este circo de colaboracionistas.

Hijo de una americana emparentada con Los Roosevelt y descendiente directo del Marques de Lafayette,  tenía automáticamente la ciudadanía americana. Tras pasar el examen de la Barra de Nueva York, podía practicar la abogacía en dos países, pero cometió un error que lo pondría para siempre en el lado de los colabos. En 1935, el mismo año en que Chanel lo contrató, se casó por amor con Josee Laval, hija única de un diputado por Auvernia.

         Boda de Chambrun y Josee. Los padres de los novios, el Conde de Chambrun y Pierre Laval, flanquean a los novios.

Pierre Laval iba a convertirse en el rostro más criminal de Francia cuando en 1940, el Mariscal Pétain lo nombró su primer ministro y ejecutor de los peores actos del gobierno de Vichy: deportación de judíos, represalias, creación de la Milicia para aplastar resistentes y secuestro de jóvenes para cumplir con el Servicio de Trabajo Obligatorio que los convirtiese en esclavos del Tercer Reich.

Acabada la guerra no solo Laval fue apresado, el nombre de Chambrunne apareció en listas de colaboracionistas. Aun así, representó legalmente a su suegro en un juicio que terminó con Laval en el paredón. Aunque Chambrunne se salvó de cárcel y ejecución, en 1945 tenía vetada la salida del país. No iba a ir a Suiza a visitar una cliente. Sin embargo, Chanel no cesaba en sus intentos por recuperar sus perfumes.



Rescatada por Los Wertheimer

Era tan escandalosa que Los Wertheimer finalmente le ofrecieron una solución. En 1947, compraron totalmente la perfumería Chanel . El precio fue extraordinario. Chanel exigió que se la mantuviera, a todo lujo, por el resto de su vida. ¿Por qué aceptaron Los Wertheimer? Porque todo lo que iban a gastar en Chanel ni se comparaba con lo que perderían si la firma quedaba enlodada por el pasado nazi de su creadora.

                               Chanel y Paul Wertheimer

Chanel y sus socios deseaban lo mismo, pero por motivos diferentes. A ella tampoco le convenia que se supiera de sus travesuras bélicas. Para eso había que hacer callar a los testigos. El primero era Spatz que ya estaba envejeciendo y no podía encontrar su nicho en Suiza. Chanel lo mandó a unas vacaciones de por vida, a Las Baleares. ¿Costeadas por quién? Los Wertheimer.

                Este Spatz, chantajista y violento, no apareció en la vida real.

Un caso diferente era Walter Schellenberg quien había sido arrestado por los aliados en Dinamarca. Enjuiciado,  fue condenado a cadena perpetua, pero se le liberó por razones humanitarias cuando se le diagnostico cáncer al hígado. Channel se hizo cargo de su tratamiento médico y cuando Schellenberg falleció en 1947, la modista se encargó económicamente, hasta su muerte, de Irene Schellenberg y su hijos. Hasta les compró una villa en Italia. Todo pagado por ..¡Los Wertheimer!

                                        Walter Schellenberg

El Fracaso de Chanel y la Revancha de Los Wertheimer

Aun así, Coco Chanel no estaba todavía libre de persecuciones. En 1946 le tocó al Barón de Vaufreland sentarse en el banquillo de los acusados e inmediatamente acusó a su antigua colega. Chanel fue obligada a regresar a Francia. En su testimonio la modista cometió perjurio descaradamente, pero también intentó liberar de cupas al acusado. Dijo haberse encontrado de casualidad con el Barón en el tren a Madrid y que de él solo sabia de “sus gustos” y que si Vaufrefaland tenía relaciones con los alemanes era unicamente con chicos guapos.

Sobre las acusaciones dio respuestas ”engañosas” o mintió. Spatz era su amante, lo conocía de antes de la guerra,  “estaba casado con una Israelita”. Si se acercó a los alemanes fue para liberar a su sobrino. Si fue a la Embajada Británica en Madrid fue para recibir noticias de su amado Bendor que estaba enfermito Cuando la interrogaron sobre si realmente era” la Agente Westminster” respondió indignada que eso era ”un absurdo”.

Revisando las notas del juicio se ve que para el juez era evidente que Chanel mentía, sin embargo, se la dejó en libertad y permitió volver a su negocio y villa en Lausana. Lo más sorprendente, como menciona Frame en su libro,  fue que los medios de comunicación se abstuvieron de cubrir el juicio.  Dejaron pasar una magnífica fuente de escándalo. Al parecer,  nuevamente los ángeles guardianes de la modista la protegieron.

Chanel no volvería a Francia sino hasta 1954. Se dice que la convenció su clienta la Baronesa Marie-Helene de Rothschild y que contaba con el apoyo de Carmel Snow de Vogue. El regreso no fue para nada triunfal. La prensa estadounidense elogió la colección, pero la francesa la hizo pedazos. Mas grave aún, Chanel perdió el equivalente a $500.000 y su arcones quedaron vacíos.

                                   Diseño del Desfile Chanel de 1954

                         La Casa Chanel revivió el modelo en 1975


Fue entonces que Los Wertheimer golpearon a su puerta,   dispuestos a pasar la cuenta por años de humillaciones, persecuciones y calumnias. Chanel, ni corta ni perezosa, les vendió toda su brand, modas, diseños, perfumes, accesorios etc.. Siempre a cambio de ser mantenida a todo lujo  (ella y sus cómplices) por el resto de su vida.

                          Chanel y Paul Wertheimer en Los 50

Chanel se quedó en Paris,  siguió diseñando y siguió acumulando clientas,  antiguas como la Duquesa de Windsor y nuevas como Jackie Kennedy.  Frame enfatiza la soledad que acompañaría sus últimos años. Su ultimo amante fue su mayordomo, Francois Mironnet, aunque Frame dice que también “probaba” a sus jóvenes modelos. La bisexualidad de Coco Chanel es un tema que los biógrafos no exploran mucho. Que tuvo amores lésbicos, los tuvo, pero siempre prefirió a los varones. ¿Más fáciles de manipular?

                          Jackie en Chanel en ese fatídico día en Dallas

Chanel murió en 1971. Hasta su muerte la persiguieron rumores de sus fechorías pasadas. Cuando Madame Pompidou, Primera Dama de Francia y clienta de Chanel,  quiso homenajear su fallecimiento con un duelo nacional, la disuadieron recordándole la pésima actuación de la modista durante la guerra. Sin embargo, faltaban décadas para que se hiciese público su mal proceder.

A medida que acababa el siglo se abrían nuevos documentos en diferentes países. Estos traerían a la luz pública secretos que Chanel creyó comprar con dinero en vida para llevárselos a la tumba. El primer libro en documentar las aventuras de Coco durante la Ocupación lo escribió Pierre Galante, ex Resistente, editor de Paris-Match y esposo de Dame Olivia de Havilland. Se tituló Mademoiselle Chanel y salió al mercado en 1973. Aun así, biógrafas como Lisa Chaney y Justine Picardie preferían seguir idolatrando a su modista fetiche.



Fue en el 2012 que Hal Vaughan finalmente arrastraría a Chanel por la calle, exponiéndola a ese escarnio que tanto temía la modista. Documentos en francés, inglés, alemán y hasta polacos,  consultados por el autor desmentían cualquier inocencia que los Chanel fans habían adjudicado a su ídolo.



¿Chanel en La Resistencia?

Desde entonces Chanel ha pasado a portar un estigma difícil de borrar, a pesar de que Justine Picardie ha intentado hacerlo de la manera más burda. En el 2023, el Museo Victoria y Alberto de Londres presentó una exposición sobre Chanel. Entre los objetos exhibidos se encontraban dos documentos que acreditaban que Gabrielle Chanel había sido miembro de la Resistencia (¡!!)

Las autoridades del museo afirmaron haber recibido confirmación de la autenticidad de tales documentos por parte del gobierno galo. Ni Macron ni su camarilla dijeron nada al respecto, pero Justine Picardie salió al escenario a darse crédito por el documento que exoneraba a Chanel de todos su delitos.


                   Documento que "prueba" que Chanel "temporalmente" ayudó a la Resistencia

Picardie sacó a relucir una combinación de mitos y medias verdades como que Robert Spreitz había utilizado los sótanos de La Pausa para transmisiones clandestinas a Londres, que la villa era una parada para judíos que buscaban cruzar a la zona Italiana, que Coco colaboró con Pierre Reverdy. Ninguno de estos factores prueba que Chanel estuviese al tanto de la actividad resistente en una propiedad que visitaba de vez en cuando. Y hasta la serie muestra como Chanel manipuló su relación con el Coronel Reverdy para “vender” a Vaufreland.

En cuanto a los “documentos” ha sido el historiador de la Resistencia, Guillaume Pollack quien ha demostrado su poco valor como pruebas del heroísmo de la cutourier durante la guerra. Al enterarse de las revelaciones de Picardie, Pollak mostró gran sorpresa porque en su carrera de investigación histórica nunca se había tropezado ni con un rumor que vinculase a la gran diseñadora con la Francia combatiente.

Fue en los Archivos Militares en Vincennes que Pollack halló,  en los registros de los miembros de la Resistencia,   una carpeta con el nombre de Gabrielle Chanel. La primera sorpresa es que la carpeta estaba semi vacía. Normalmente ese tipo de fichero es abultado ya que debe contener toda una crónica de la actividad del resistente,  más testimonios,  de mínimo tres personas,  que verifiquen tal actividad. Nada de eso se encontraba ahí. Únicamente los dos papeluchos presentados por Picardie.

Uno de ellos era una tarjeta que confirmaba la militancia de Chanel por el espacio de más de un año entre 1943 y 1944 (enero). La segunda certificaba que había sido agente activa (con el apodo de “Coco”) en un grupo conocido por las siglas de ERIC.



Más investigación arrojó los siguientes resultados. ERIC era un grupo de la Resistencia que operó mayormente en los Balcanes. En la tarjetita el nombre de “Eric” estaba sobrepuesto sobre otro nombre que había sido borrado con whiteout. Los documentos habían sido solicitados en 1957. Si ya todo esto no olía a inventado,  el sentido común dictaba algunas preguntas.

¿Por qué lo tardío de los documentos cuando la gran mayoría de los resistentes solicitó su tarjeta de identidad inmediatamente acabada la guerra?  ¿Por qué nunca se había publicitado esta información ni Chanel la había presentado durante sus interrogatorios?  La respuesta es que la falsedad de los documentos es tan obvia que no hubiesen aguantado mucho escrutinio.

Si se crearon estos documentos en 1957 fue para tranquilizar a los jueces del Premio Nieman-Marcus (el Oscar de la perfumería) que Chanel recibiría en 1958. Tras superar el bache que impedía que la modista ganase su galardón, las tarjetitas fueron sepultadas en un viejo archivo solo para ser recuperadas por Picardie y presentadas en una exhibición que necesitaba acallar la mala prensa que siempre acompañaba a Coco Chanel.

                            Chanel recibe el Premio Nieman-Marcus en 1957

Picardie es casi infantil en su fanatismo por Chanel. Su admiración por iconos de la moda supera los sucios manejos de estos fuera de pasarelas y talleres. Tal como las Annes (Sebbas y De Courcy)  Picardie adora a otra ramera flacuchenta y oportunista que también jugó a ser nazi. Me refiero a la Duquesa de Winsor.

Mademoiselle Chanel: Un Perfume que Valía Hongo

Puedo perdonar a Picardie su veneración por Santa Chanel, pero es inexcusable que para defenderla llegue a condenar a otros con mentiras. Estoy hablando de Los Wertheimer. Obviamente estos hermanos eran buenos comerciantes y optaron mantener a Chanel y protegerla del vilipendio público porque le convenía a su negocio. Pero Picardie inventa una fábula, que Sebbas repite y The New Look perpetua.

Los Wertheimer aceptaron mantener de por vida a su socia para evitar un juicio en el que ella quedaría tan desprestigiada que su vergüenza ensuciaría a la marca Chanel. En cambio, Picardie-Sebbas-Kessler insisten que temían perder su mercado si Chanel les hacia la competencia con Madeimoselle Chanel.  Eso no es cierto. Los Wertheimer eran dueños de Chanel N° 5,  no de la perfumería entera. Por años,  Chanel había lanzado al mercado diversas fragancias. Incluso después de cerrar su taller y casa de modas, seguía trabajando con nuevas fórmulas de Ernest Beaux.

                        Un olvidado perfume de Chanel

He revisado Parfumo, Fragrantica y otros destacados listados de perfumes. Todos coinciden en que Mademoiselle Chanel (numero 1 y 2) salió al mercado en 1941. En esa época,  el gobierno de Vichy seguía manteniendo relaciones con Estados Unidos. Es más que posible que Chanel hubiese enviado muestras al otro lado del Atlántico.

                        Productos Chanel vendidos en América en 1941

Esa faramalla de que los Wertheimer querían impedir que Nieman-Marcus comprase este nuevo aroma y compitiese con N° 5 es absurda. ¿Saben por qué? Porque Mademoiselle nunca fue un éxito y pronto esa fragancia fue descontinuada y olvidada. La realidad es que, en vida,  Chanel sacó al mercado una veintena de perfumes de los cuales solo perduran dos:  Cuero de Rusia (1927) y Numero°5 (1921).  Los demás han pasado sin pena ni gloria.

La serie está tan cargada en contra de los socios judíos que,  antes de gritar “antisemitismo”,  decidí investigar y descubrí que, para escribir el libreto, los guionistas solicitaron acceso a los archivos de ambas casas de moda,  Dior y Chanel. Aunque la primera accedió gustosa, Maison Chanel negó el permiso. Me imaginó que por temor a volver a destapar la controversia que siempre amenaza a su firma cuando sale a relucir su fundadora.

                   Alain y Gerard Wertheimer, actuales dueños de Chanel. 

En castigo, la producción cargó,  no en contra de Coco, sino de Los Wertheimer que siguen manejando la Casa Chanel. Aunque infantil y mezquina,  es una decisión que puedo comprender . No así la de Picardie y menos la de Sebbas (que es judía,  a diferencia de Justine que es mischlinge). Leyendo Miss Dior me doy cuenta de que Justine Picardie no escribe bien, es una biógrafa poco confiable y, como investigadora,  deja mucho que desear.

Sobre su visión de Catherine Dior, espero hablar este jueves, pero en esa biografía los problemas surgen de falta de datos. En el caso de Chanel, la autora evita cubrir información que deje mal a su ídolo sin pensar que difama a inocentes para proteger a una culpable. Una lástima que Apple TV+ se haya apoyado en sus poco veraces afirmaciones.

Bibliografía Consultada

Chaney, Lisa. Coco Chanel: An Intimate Life: 2012

De Courcy, Anne: Chanel’s Riviera: Glamour, Decadence and Survival in Peace and War 1930-1944.2020

Fiemeyer, Isabelle: Chanel, The Enigma. 2016

Frame, Alan: Toto Koopman &Coco Chanel: Spies, Seduction, and the Fight for Survival.2020

Picardie, Justine: Coco Chanel, New Edition:  The Legend and the Life.2023

Riding, Alan: And the Show Went On: Cultural Life in Nazi-Occupied Paris. 2011

Sebbas, Anne: Les Parisiennes: How the Women of Paris Lived, Loved and Died Under the Nazis. 2016

Vaughan, Hal: Sleeping with the Enemy: Coco Chanel’s Secret War. 2011

viernes, 19 de abril de 2024

Coco Se Va a la Guerra: La Chanel que no nos mostró The New Look

 


Al comienzo de The New Look nos encontramos en 1943, la mejor modista de Francia está luchando por recuperar sus perfumes robados por socios judíos que no responden a su llamada trasatlántica; su sobrino está a punto de morir en un campo de prisioneros. Entra en escena el carismático Spatz , un oficial alemán que viene a rescatarla. ¿Verdadero o Falso?

                                             Spatz al rescate

¡Falso! En 1943 no se hacían llamadas trasatlánticas a Estados Unidos desde un país ocupado por los nazis como lo era Francia. El sobrino André hacia dos años que descansaba en su Chateau en Los Pirineos,  y su tía y Spatz llevaban encamados desde 1940. Vamos a ver lo que realmente pasó con Coco Chanel durante la Segunda Guerra Mundial.

Chanel Vengativa

Estallado el conflicto, Coco Chanel comienza a dar muestras de lo que será su personalidad durante la Ocupación: conflictiva, oportunista y vengativa. Anuncia que “no son tiempos para moda” y cierra sus tiendas. Con eso deja a 4,000 empleados sin trabajo , en un momento en que los buenos empleos escasean.

Es su venganza por las huelgas y demandas del ‘38. Compárenlo con los 1,200 empleados a los que Lelong dio trabajo durante la guerra,  muchos de ellos en situaciones vulnerables (judíos clandestinos, resistentes, homosexuales, y escapados del Servicio de Trabajo Obligatorio)

Chanel dejará abierta solo una perfumería en la Rue Cambon, bien provista de perfumes. En 1941 lanzará al mercado dos versiones de Madeimoselle Chanel por lo que cuando habla con su perfumista en la serie (creo que se trata de Henri Robert) anunciando que esa fragancia debutará el ’46 es solo otro de los embustes de la serie de Appletv.



En junio de 1940, acercándose los alemanes a Paris, Chanel empaca, se sube a su limosina y parte rumbo al castillo de Los Palasse. Allá la esperan sus sobrinas. André está sirviendo a su patria en el campo de batalla. Caerá prisionero un poco antes del Armisticio (tal como ocurrirá con Raymond , hermano de Christian Dior).

Chanel retorna a París en agosto, dos meses después del comienzo de la ocupación. Su perfumería ahora tiene nuevos clientes. Los soldados de la Wehrmacht y los aviadores de la Luftwaffe compran Chanel N° 5 para obsequiarlo a novias y esposas. ¿Es eso muy diferente a confeccionarles vestidos a la mujer del invasor?

Chanel clausura su departamento y se traslada al Hotel Ritz. Es ahí donde biógrafos e historiadores le siguen una pista que poco tiene que ver con la moda. Los alemanes han requisado el Ritz para uso personal de las fuerzas armadas. Ahora solo viven ahí oficiales que son parte de la Ocupación, colaboracionistas, e importantes invitados.



De Colaboradora “Horizontal” a Agente Westminster

Chanel no cabe en ninguna de esas categorías. Sin embargo, tiene una suite, criados, una limosina con chofer y acceso ilimitado a gasolina,  algo que no tienen los franceses aun los de la burguesía .  New Look no nos describe los horrores enfrentados por el ciudadano común en Paris,  uno de los cuales era la carencia de básicos como alimentos, ropa y combustible para mover vehículos y para calentar la casa. Chanel no sufre de ninguna carencia. ¿Será porque se ha convertido, como muchas francesas, en la querida de un oficial?  Hora es de hablar de Spatz.

El Barón Hans-Gunther von Dinklage (código “Spatz” que significa “gorrión” en alemán) pertenece a una linajuda familia de Hanover. Como muchos nobles,  es parte del mundo diplomático. Esto cambia en 1933. Spatz está casado con Maximiliane von Schoenbeck. A pesar del elegante nombre, “Catsy” es judía. Eso no va con el nuevo gobierno nazi ni con su servicio diplomático. Spatz se divorcia, pero no se separa.

                            El verdadero Baron von Dinklage

El matrimonio se traslada a Paris donde el Barón comienza una larga carrera en el espionaje. Hay autores como Alan Frame y Hal Vaughn que creen que Catsy era tan espía como el marido. Otros como Anne Sebbas la ve como víctima. Su mayor acto criminal será dedicarse al mercado negro durante La Ocupación.

Eso no quita que Catsy sea varias veces arrestada por ser judía. Spatz consigue liberarla de campos de detención. La ironía es que una vez Paris es liberado, “Los Fifi” (apodo de Las Fuerzas Francesas del Interior) arrestan a Catsy, la acusan de espionaje y va a prisión por un par de años. En cambio, Coco que si fue agente nazi… pero no nos adelantemos a los hechos.

A fines de 1940, Chanel tiene una preocupación, sacar a André del campo de prisioneros. está preocupada ya que le llegan noticias de que ha contraído tuberculosis. Hora de acudir al nuevo dueño de Francia, el Tercer Reich y su representante más cercano es Spatz. 

                                     El verdadero Andre Pallasse

No creo que le haya sido a la modista incomodo encamarse con el alemán. Años más tarde,  cuando Sir Cecil Beaton le preguntó cómo podía haber sido amante de un nazi, ella muy descarada respondió que a su edad (tenía 57 años en 1940) no iba a despreciar los galanteos de un hombre guapo y más joven que ella.

Solo que Spatz no está en Paris para aventuras románticas. Ha trasladado sus servicios a la SD, la central de inteligencia de las SS, dirigida por Walter Schellenberg. Su mayor misión es reclutar agentes en Francia. Así recluta al Barón Louis de Vaufreland, que era más joven que él que muestran en la serie, y gay. También contrata a Chanel que adopta el nombre clave de “Westminster” en honor al viejo Bendor y recibe el número F-7124.

                                                         Spatz

Chanel en Madrid

Bendor era una de las razones por las cuales la SD quería a la diseñadora. El Duque de Westminster formaba parte de una camarilla de nobles ingleses juedeofobos, simpatizantes nazis y que no deseaban guerra con Alemania. Ella debía contactarlos y para eso se arregló un viaje a una ciudad neutral: Madrid. Digamos que ese primer viaje se parecía un poco a la demente misión de Rudolf Hess, solo que Chanel viajaba asesorada y amparada por el poder nazi.

Con la excusa de ir a comprar telas (Frame dice que fue para promover su perfume), Chanel y Vaufreland arribaron a la España de Franco. Usando a la modista de tapadera, el Barón reclutó algunos elementos en altos círculos que le sirvieran de espías.

                                 El verdadero Vaufreland era más joven

Por documentos de la Embajada Británica se sabe que el parcito tuvo una cena en agosto con diplomáticos ingleses.  Brian Wallace , uno de los diplomáticos presentes, escribiría a Londres que Chanel se presentó como la gran intermediaria que podía aprovechar sus contactos con los alemanes (según ella,  anglófilos y ya descontentos con la guerra) para recortar el conflicto.

Esto es lo que se sabe de la misión. No hubo nunca ningún intento por seguir sus alocadas fantasías, pero para Chanel , el viaje fue un éxito. Apenas regresaron,  André fue liberado. Toda esa dramática escena en 1943 que nos muestra la serie, con André en medio del camino a punto de ser asesinado por un alemán,  nunca sucedió.

                              Esto nunca pasó

Un detalle curioso es que Raymond, hermano mayor que Dior, también era prisionero desde la misma época de André. Fue liberado de su Stalag ese mismo año. Tal vez si Chanel se hubiese esperado, su sobrino hubiese ido parte de una amnistía de POWs sin ella tener que trabajar para los alemanes.

Los Astutos Wertheimer

La próxima interacción de la couturier y las fuerzas ocupante no fue tan exitosa. Con la Caída de Francia, Los Wertheimer trasladaron sus negocios perfumeros al otro lado del Atlántico. Gracias a una acción capa y espada que merecería una serie propia, consiguieron extraer por debajo de las narices nazis la fórmula del Chanel N°5 e incluso semillas de flores provenzales necesarias para la receta.

Así, en un laboratorio de Nueva Jersey,  comenzaron a fabricar el perfume exacto (no es una falsa fórmula como chilla Chanel en la serie).  Nada ilegal puesto que eran los socios mayoritarios. Aunque Chanel estaba aprovisionada de sus perfumes y lanzaba otros al mercado, vio una oportunidad de recobrar lo que creía suyo.



Las autoridades alemanas estaban requisando ( lo llamban “arianizando”) negocios y empresas judías. Coco solicitó que se “arianizaran” las empresas de Los Wertheimer y que se las traspasasen a ella. Todos se quedaron con un palmo de narices porque los astutos judíos habían tomado la precaución de traspasar sus negocios en Francia a manos de Felix Amiot, un fabricante de armas.

                                      Chanel conspira con Himmler

Ario, católico y con negocios con Vichy, Amiot no era persona que debía ser molestada. Chanel se quedó haciendo berrinches sin percatarse de que había perdido su reputación al bailar al son de los nazis.

No se sabe mucho de lo que Chanel hizo entre 1941 y 1944. Se la veía en veladas con gente importante, siempre en compañía de Spatz. Se dice que los alemanes le pidieron que redactase una lista de homosexuales de entre sus amistades en círculos bohemios y el mundo de la moda. Chanel alardeó que al único que no puso en la lista fue a Balenciaga porque “es el maestro de todos nosotros”. Así expresaba la malévola vieja su admiración por el mejor modisto de la historia.

Se sabe también que Chanel hacia periódicos viajes , en compañía de Spatz, a La Pausa, su villa en La Riviera. En ausencia de la dueña, La Pausa era manejada por el servicio por lo que sucedían cosas ahí de las que ella no tenía necesidad de saber. Se ha hablado de que el arquitecto Robert Streitz se unió a la Resistencia y,  conocedor de cada recoveco de la casa que había diseñado, instaló en el sótano un transmisor para comunicarse con Londres. No hay indicio de que lo hubiese hecho con permiso de la dueña de la propiedad.

                                  Chanel en su dormitorio en La Pausa

La Pausa fue usada también como “parada” de una línea de rescate de judíos que eran llevados a territorio ocupado por italianos para luego pasarlos a la relativa seguridad de Italia. Décadas más tarde, Chanel le contaría a Jackie Rogers— su asistente en Maison Chanel— que ella sabía que algunas de las mucamas de La Pausa eran en realidad refugiadas judías. No haberlas delatado puede haber sido para protegerse.

Por allá por 1942-43, estando en La Pausa,  Chanel recibió un mensaje de la resistencia local comunicándole que estaba en la lista de traidores que serían enjuiciados al terminar la guerra.  Buen momento para hacerse de la vista gorda ante lo que ocurría en sus tierras.


Operación Modelhaut

La guerra estaba acercándose a su fin y hasta los alemanes eran conscientes de que no iban a ganar. Fue entonces que el jefe de Spatz, Walter Schellenberg, ordenó que la Agente Westminster se apersonase en Berlín. Coco Chanel partió a Alemania donde se entrevistó con Schellenberg (Alan Frame asegura que tuvieron un acostón) y luego con el mero Himmler que,  a espaldas del Fuhrer,  estaba buscando un modo de negociar con Los Aliados.

                        ¿Hubo o no hubo one-night-stand con Schellenberg?

Era conocimiento común que Chanel y Churchill habían sido muy compinches antes de la guerra. La de veces que el Primer Ministro había vacacionado en La Pausa.  ¿Qué tal si Chanel iba a Madrid, contactaba a su gente allá y le enviaba una cartita a Winston para una reunión secreta que podría acortar la guerra?



Chanel tenía sus dudas. Hacia rato que el Primer Ministro inglés y ella no se comunicaban. Entonces recordó a la mujer que la había presentado con Churchill. Vera Bate Lombardi (por alguna razón llamada Elsa en la serie) . Fue una buena ocurrencia porque en Italia, ahora también ocupada por los alemanes, Vera había sido acusada de ser espía inglesa y estaba en la cárcel. Schellenberg ordeno su liberación y traslado a París para lo que él llamó “Operación Modelhut”. Ese dramático secuestro de la serie nunca ocurrió.

                              Tampoco scuestraron a Vera-Elsa

Chanel convenció a Vera de que la acompañase Madrid a entrevistarse con Sir Samuel Hoare, el embajador británico y persuadirlo de arreglar una reunión con Churchill en terreno neutral (Winston ni se acercó a Madrid durante la guerra)  para discutir condiciones que permitiesen acabar con el conflicto presente.

                                     Chanel y Spatz en Madrid

Lo que Chanel no sabía es que para Lombardi el fascismo y sus aliados ya no tenían atractivo. Incluso su marido se estaba acercando más al gobierno de Badoglio. Apenas puso pie en Madrid, Vera corrió a la Embajada, solicitó asilo y delató a Chanel como una agente nazi. Samuel Hoare se negó a recibir a la modista que tuvo que volver a Paris con el rabo entre las piernas.

Las cosas en Paris no andaban bien. Los Aliados desembarcaron en Normandía en junio y comenzaron su avance hacia la capital. Spatz hizo las maletas y huyó a casa de su madre en Alemania. Chanel estaba sola y en peligro. Fue entonces que recordó a Pierre Reverdy, su ex amante.

                                 Pierre Reverdy se las canta claras a su ex 

Superada su etapa monástica, el poeta se había unido a La Resistencia y ahora era un coronel en las Fuerzas Francesas del Interior (FFI o Les Fifis). Aunque nunca dejó de amar a Coco, el Coronel fue muy franco y duro con ella. Solo se salvaría entregando a la Resistencia a algún pez gordo. Spatz estaba lejos, Chanel no titubeó en salvar su pellejo entregando al Barón de Vaufreland.

Así la diseñadora pudo recibir a Los Aliados con los brazos abiertos y (como muestra la serie) regalando a los soldados americanos las ultimas botellas de Chanel N°5 que le quedaban, pero no estaba todavía fuera del agua. Como suele ocurrir tras revoluciones y fines de conflictos, se declaró en Francia una era revanchista y temporada de caza abierta principalmente para mujeres culpables de lo que se conocía como ” colaboración horizontal”.

         Soldados estadounidenses esperando a que les regalen el perfume de Chanel

En mi próxima entrada, veremos como Chanel se liberó de cárcel y degradación publica, pero también como los rumores de colaboración nazi la seguirían hasta la tumba.

Bibliografía Consultada

Chaney, Lisa. Coco Chanel: An Intimate Life: 2012

De Courcy, Anne: Chanel’s Riviera: Glamour, Decadence and Survival in Peace and War 1930-1944.2020

Fiemeyer, Isabelle: Chanel, The Enigma. 2016

Frame, Alan: Toto Koopman &Coco Chanel: Spies, Seduction, and the Fight for Survival.2020

Picardie, Justine: Coco Chanel, New Edition:  The Legend and the Life.2023

Riding, Alan: And the Show Went On: Cultural Life in Nazi-Occupied Paris. 2011

Sebbas, Anne: Les Parisiennes: How the Women of Paris Lived, Loved and Died Under the Nazis. 2016

Vaughn, Hal: Sleeping with the Enemy: Coco Chanel’s Secret War. 2011

 

 

lunes, 15 de abril de 2024

Oportunismo, Tu Nombre es “Coco”: Lo que The New Look nos ocultó de Chanel

 


En The New Look, definitivamente la protagonista es Gabrielle Chanel. Sin ser la heroína es retratada como una pobre mujer ingenua y desorientada que siempre es víctima de hombres malos (hasta su chofer la asalta). Si hubiese sido tan boba y frágil,  “Coco” nunca hubiese llegado tan alto ni hubiese alcanzado una influencia como la que aún tiene. Lo cierto es que existe una campaña,  y no solo de Apple TV, por “blanquearla”.

Yo creía haberlo escrito todo sobre Chanel en este artículo de Latinas de Ayer, pero en dos años, han surgido libros, una exposición de su ropa,  y series que intentan cambiar su narrativa hasta poniéndola de heroína de la Resistencia. ¿Es eso parte de la estrategia de la firma Chanel que no desea estigmatizar sus productos asociándolos con una nazi antisemita? ¿O es parte del “olvido” francés que se niega a aceptar que ese momento histórico fue también un momento de degradación moral que afectó a toda la nación gala? No lo sé, pero nos toca investigar quien realmente fue esta diseñadora tan controversial.

La Pobre Huerfanita

A la serie le gusta recordarnos lo pobre que fue la célebre modista, como si ser pobre fuese una excusa para todo. Chanel le cuenta a su sobrina-nieta que de pequeña no tenía “piyamadas”. Ninguna francesa, (ni rica ni pobre) las tenia, Las Pijama Parties fueron invención de los adolescentes americanos de fines de Los 40. Luego debemos conmovernos cuando Elsa le recuerda a su amiga que su padre la abandonó. Eso es cierto , pero para Chanel fue una suerte.



Gabrielle Chanel nació en 1883, pobre e ilegítima. Sus padres se casaron cuando ya tenían seis hijos. Su madre murió tísica, agotada de tanto trabajar y tanto parir. El padre, buhonero de profesión, no se pudo encargar de la prole y los internó en orfanatos.

Gabrielle de doce años fue a parar a una especie de convento en Aubazine. Por primera vez tuvo asegurado techo,  comida y ropa limpia. Aunque debía ayudar en las labores domésticas, por primera vez,  la nena tuvo una educación. Aprendió a hablar francés correctamente, a leer y a escribir y , lo más importante, a coser.


                                              Gabrielle Chanel

Chanel siempre admiró a las monjas, su orden, su limpieza, su simpleza. Del hábito monacal blanco y negro,  sacaría sus colores favoritos para sus modelos. Hay biógrafos que creen que Chanel aprendió de las monjas su antisemitismo. Después de todo era la era del Caso Dreyfuss, la judeofobia era parte del zeitgeist galo.

                                Convento de Aubezine



Yo, y muchos, sentimos que el odio por los judíos de la couturier era parte de su oportunismo. Resurgía si le convenia o si estaba en círculos donde el antisemitismo era lo Chic. De lo contrario no tenía empacho en aceptar un jugoso contrato ofrecido por Samuel Goldwyn (proveniente de una familia de jasídicos polacos) para ir a Hollywood a vestir a sus estrellas, o hacerles vestidos a Las Rothschild, incluyendo a Lily que moriría quemada viva en Ravensbruck o a contratar un arquitecto judío para su villa, o hacer negocios con los Wertheimer…pero me estoy adelantando.

De Cabaretera a Querida de Ricachones

El convento decidió que, a los dieciséis años, Gabrielle estaba lista para enfrentar el mundo y la despidió. La chica buscó trabajo en la ciudad de Moulins como costurera y para ganar más dinero se puso a cantar en un cabaret local. No creo que ese fue un trabajo que las monjas hubiesen aprobado.

En ese entonces, ser cabaretera era casi sinónimo de “cocotte”. Aunque literalmente significa “gallina”,  era un eufemismo para dama de la noche. Se dice que el apodo de “Coco” nació de una canción que Chanel cantaba en el cabaret, pero también puede ser un diminutivo de su otro trabajo. Se conoce la pasión de la modista por la camelia, pues esas camelias blancas durante La Belle Epoque,  las usaban las prostitutas elegantes.

                                    Chanel joven

Fue en un cabaret donde Chanel, en 1901, conocería a un oficial de caballería que cambiaría su vida. Étienne Balsan la convirtió en su amiguita y le costeó su primera tienda de sombreros. Se ha hablado que Étienne y la modista eran los verdaderos padres de André Palasse, el amado sobrino de Coco. De hecho, años después cuando Chanel le compró a André un castillo en Los Pirineos, Balsan costeó la mitad. El mismo viviría en una propiedad cercana.

                                                Ettiene Balsan

No importa mucho porque, un año después de conocerse, Étienne le presentó a su querida a Arthur “Boy ”Capel, un gran amigo. Capel era de familia principal, inglés y muy guapo. Chanel enloqueció por él , aunque le tomó tiempo dejar a Balsan. Vamos a ver que ella no tenía empacho en compartirse entre varios amantes.

                                             Boy Capel y Chanel

Capel costearía los nuevas empresas Chanel: sus talleres de moda, su tienda en Paris y eventualmente otra en Biarritz que era la Riviera del Jet Set de esa época. Aunque cumpliendo con sus obligaciones familiares, Boy se casó con una mujer de su clase, mantuvo sus amores con la diseñadora hasta su muerte en un accidente automovilístico en 1919.

                         Timothy Dalton (Boy) y Marie-France Pisier (Coco) en Chanel Solitaire

Para Chanel, que entonces contaba 36 años,  fue un golpe atroz. Diría siempre que Boy Capel fue su gran amor. El dolor la empujó a buscar refugio en las drogas. Un detalle que la serie no nos cuenta es que Chanel era morfinómana. Aunque las drogas nunca la dominaron totalmente, las necesitaba para funcionar y le faltaba medio siglo de vida en que iba a funcionar más que en su juventud.

Chanel Libera la Moda Femenina

 Los 20 serán la época más activa de Chanel y en todos los frentes. El primero es la moda de la cual se vuelve un árbitro. La mujer europea emerge de la Primera Guerra Mundial,  amargada, desilusionada, pero liberada. El haber reemplazado a los hombres en fábricas, granjas y otros empleos hace que las mujeres se valoricen y esto influye en su manera de vestir. Para trabajar se han quitado el corse, ya no tienen tiempo para peinados complicados, el racionamiento de telas ha acortado sus faldas.

                            Vestido de baile de 1909
                        Vean la diferencia con este diseño de Chanel de 1919

Existe en el zeitgeist un síndrome de Lisístrata. Las jóvenes miran a sus madres enlutadas y se prometen que no serán máquinas de hacer hijos que mueran en guerras futuras. No quieren casarse, quieren bailar desenfrenadamente, beber, tener sexo con lo que se le presente sin compromisos, sin reglas y ahí está Chanel para vestirlas.

Chanel promoverá deportes a los que es asidua, vida al aire libre con bronceados y cabello corto, cultura de playa con mujeres en prendas masculinas como pantalones y sweaters. Crea una figura andrógina sin curvas con faldas cortas (pero debajo de la rodilla, el “largo Chanel”) , trajes sastres en vez de vestidos con moños y volantes. Promueve telas asociadas con indumentaria masculina como tweeds y jersey. De esa manera Chanel se convierte en la diseñadora más famosa de Francia y del mundo.

                                Chanel en pantalones en el hombro de Serge Lifar

Su luto por Boy Capel ha sido superado. Su nuevo amante es el Gran Duque Dimitri,  un primo del ex zar de Rusia. Chanel y Dimitri viajan a Londres, donde la anglófila couturier posee ya tiendas,  clientas y amistades. Hasta André es enviado a una escuela británica. Será en Londres, a comienzos de Los 20 que Chanel conocerá a Vera Awkright que será su amiga, clienta, musa y agente de relaciones públicas.

Vera y su tío “Bendor”

A pesar de tener la misma edad eran de orígenes diferentes. Vera venía de un hogar acomodado, su madre Rosa Baring pertenecía a una importante familia de banqueros. Es imposible lo que dice la serie de que ambas mujeres se conocieron trabajando en el mismo cabaret de Moulins. Vera había sido criada por su madrina, la Marquesa de Cambridge. A eso se refería Chanel cuando hablaba de que Vera-Elsa estaba emparentada con la Familia Real Británica.

El nombre de soltera de la Marquesa era Margaret Grosvenor, era hermana del Duque de Westminster que jugaría un rol tan importante en la vida de Coco Canel. Al casarse con el Príncipe Adolfo de Teck (luego Marqués de Cambridge),  Margaret  se convirtió en cuñada de la Reina Maria de Inglaterra. Bajo su madrinazgo, Vera fue criada en un mundo mitad Downton Abbey, mitad The Crown.

                                                 Vera Bate

Durante la Gran Guerra, Vera conoció a un americano llamado Frederick Blantford Bate al que atendió en el hospital donde trabajaba.  Se casaron, tuvieron una hija, pero para cuando conoció a Chanel, Vera Bate estaba separada y se había convertido en una mariposa social que introdujo a su nueva amiga en su círculo de amistades entre las que contaban Winston Churchill y el Príncipe de Gales.

                                     Vera y Chanel en Escocia

En 1923, Vera presentó a Coco con su tío. Hugh Gosvenor, Duque de Westminster era el hombre más rico del Reino Unido y el líder de la aristocracia. Eso no le impidió volverse loco por una mujer que acababa de cumplir 40 años. La egocéntrica Chanel diría cínicamente que en ese momento no sabía a cuál amante escoger; si a Dimitri Romanov, al futuro Rey de Inglaterra o a “Bendor” como apodaban al Duque. Finalmente se quedó con este último.

Con Bendor, Chanel tendría el segundo romance más largo de su vida. Por seis años vivió el lujo que le proporcionaba un millonario que,  como a ella,  gustaba ir a pescar, y de cacería, pasear en yate y que compartía con Coco las mismas ideas negativas sobre comunistas, homosexuales y judíos. El Duque entró en la vida de la modista justo cuando ella había alcanzado la cúspide de su judeofobia.

                            El Duque y la modista

Chanel y Los Judíos

En 1920, Coco Chanel comisionó al químico suizo Ernest Beaux para que le confeccionara un perfume que regalaría a sus amistades en Navidad. Así nació Chanel N°5. El perfume fue un éxito y a la diseñadora se le ocurrió comercializarlo. Aunque vendía bien, Coco soñaba con producirlo masivamente y que, como su moda,  llegase a todo el mundo. El problema es que era una empresa cara que si no resultaba dejaría a Chanel sin los ahorros de toda una vida.

La solución la puso Theophile Bader, judío y dueño de las Galerías Lafayette,  la tienda de departamentos más grande de París. Una tarde en las carreras de Longchamps, Chanel le comentó su sueño y él le encontró socios con capital. Los Hermanos Wertheimer eran los dueños de la prestigiosa casa perfumera de Bourjois.

Los Wertheimer le explicaron a Chanel que estaban dispuestos a costear los gastos de producción, distribución y promoción del perfume. Como socios mayoritarios, y los que corrían mayor riesgo,  ellos solicitaban el 70% de los ingresos. A Bader, como intermediario, le tocaba un 20% y Chanel recibiría el 10% restante.

                                           Pierre Wertheimer

Parece injusto, pero Coco no tendría que mover ni un dedo ni invertir un franco. Si la empresa fracasaba no perdía nada. Impulsiva y voluntariosa, la modista aceptó. No quería lucrar, solo ver su perfume en la Quinta Avenida. Y lo vio, y las ventas fueron tan extraordinarias como las ganancias. Chanel se dio cuenta que había cometido un error, pero los Wertheimer se negaron a negociar. La modista tampoco encontró apoyo en la ley. El negocio y el contrato eran perfectamente legales. Los Wertheimer no eran culpables de la falta de visión y coraje de su socia.



Aun así, Coco llegó a los brazos de Westminster segura de que había ido estafada por unos bandidos judíos. A pesar de su fortuna,  el Duque tampoco pudo recuperar Chanel N°5. Había cosas que el dinero no podía comprar. Una de ellas era un hijo varón. Aunque se casó muchas veces, Hugh Grosvenor nunca tuvo un heredero y tuvo que ceder su título a un pariente.

Me ha sorprendido descubrir que Chanel, ya cuarentona, se creía capaz de darle un hijo a su amante. Para eso, la pareja decidió crear un nido de amor. El Duque adquirió unos terrenos en la Riviera en un sitio llamado La Pausa porque la leyenda dice que Santa María Magdalena hizo ahí una pausa en el trayecto que la traía de Tierra Santa.

                                       La Pausa hoy día

Chanel tenía una idea clara de lo que quería construir en ese vasto terreno. Su amigo, el Conde de Gonzac le recomendó a un arquitecto. Que Robert Streitz fuese judío no incomodó a la diseñadora, puesto que quería lo mejor y si le convenia….

De acuerdo con las órdenes de su clienta, el arquitecto diseñó un edificio sobrio,  de estilo monacal,  que recordase a su clienta el convento de Aubazine donde se había criado. En la misma propiedad se construyó una casita para que Vera Bate pasase sus vacaciones.

                                   Chanel en La Pausa

El Duque encargó muebles de madera provenzal, pero lo que no pudieron encargar fue un hijo. Tampoco es que Coco fuese exclusiva de Bendor. Ha sido un shock saber que, durante el romance con su Duque, Coco mantuvo un affaire paralelo con el poeta surrealista Pierre Reverdy.

Reverdy e Iribe: Los Amantes Olvidados de Coco

Según los biógrafos, la modista, que tenía amigos en la comunidad surrealista, y que se rumora que tuvo su acostón hasta con Dalí, inicio una relación con Reverdy en 1921. Fue musa y gran amor del poeta a pesar de él ser casado. La relación acabó en 1926 cuando Reverdy tuvo una epifanía, volvió al catolicismo y se encerró por un tiempo en un monasterio. Tanto Reverdy como Robert Spreitz y hasta Vera,  reaparecerían en la vida de Chanel durante la Segunda Guerra Mundial.

                                 Chanel yReverdy

En 1929, conscientes de que su relación no daba para más, Coco y Westminster se separaron amigablemente. La Pausa quedaría en manos de Coco. No pasaría mucho tiempo sin que la diseñadora se buscase un nuevo amor. En 1931 iniciaba un romance con el ilustrador y dibujante Paul Iribe quien abandonó a su segunda esposa por Chanel.

                                        Iribe y Chanel, muy amartelados

Se habían conocido, Coco e Iribe, en Los Locos 20, en grupos de amistades amigas de orgias, sexo libre y drogas. Colette decía de Iribe que era “un demonio”.  Lo que se sabe de seguro es que era ultraderechista, dirigía una revista llamada Le Temoin que se caracterizaba por su nacionalismo , xenofobia y antisemitismo. Chanel costeó esa revista.



Su relación con Iribe era tan intensa que muchos pensaron que llegarían a casarse. Todo acabó una tarde en La Pausa, cuando,  en medio de un match de tenis, Paul Iribe sufrió un fatal infarto. Le tomaría a Coco cinco años recuperarse de esta perdida y pensar en otro hombre, a pesar de que, según su sobrina, la diseñadora había conocido en Londres en 1936, al Barón von Dinklage que ocuparía tan importante rol en la vida de Chanel durante la Segunda Guerra Mundial.

La década de Los 30 fue una época difícil para Coco Chanel, a pesar de que su negocio marchaba viento en popa y su nombre era conocido en todo el mundo. En 1930, Vera la abandonó para irse a trabajar con el modisto Molyneux. Divorciada de su esposo, Vera se casó con un militar italiano, el coronel Lombardi, muy cercano al círculo de Mussolini. Se instaló en Roma donde ingresó al Partido Fascista en la época en que eso todavía se consideraba respetable. No volvería a ver a Coco en mucho tempo, a pesar de que su hija Bridget fue modelo de La Casa Chanel en esa década.

En 1938, triunfó en las elecciones francesas El Frente Popular y el judío socialista León Blum se convirtió en primer ministro de Francia. Fue un momento de agitación obrera que no eximió a Maison Chanel. Hubo huelga de operarias y Coco se vio obligada a cumplir con los requisitos de sus empleados. Rencorosa, esperaría el momento de vengarse.

                                   Empleadas de Chanel se van a huelga

Esa es la Coco Chanel que aprovechará la guerra y la ocupación para sus vendettas y para hacer algo más que un mero acto de sobrevivencia como lo será vivir a todo lujo bajo el amparo del invasor. De esta Chanel que el New Look solo nos da un atisbo, hablaré en mi próxima entrega.

Bibliografía Consultada

Chaney, Lisa. Coco Chanel: An Intimate Life: 2012

De Courcy, Anne: Chanel’s Riviera: Glamour, Decadence and Survival in Peace and War 1930-1944.2020

Fiemeyer, Isabelle: Chanel, The Enigma. 2016

Frame, Alan: Toto Koopman &Coco Chanel: Spies, Seduction, and the Fight for Survival.2020

Picardie, Justine: Coco Chanel, New Edition:  The Legend and the Life.2023